Cuando pienso en ciudades con alma, ritmo y color, Río de Janeiro está sin duda en el top de mi lista. En este viaje, decidí recorrerla como más me gusta: en bici, al ritmo de sus calles y de sus playas, bajo el sol brasileño y con música en el corazón.
Y sí, si tú también estás planeando una visita a la Ciudad Maravillosa, te tengo buenas noticias: puedes rentar una bicicleta del sistema público del banco Itaú, y moverte como un verdadero carioca.
🚲 ¿Cómo rentar una bici en Río?
El sistema se llama Bike Itaú, y funciona con estaciones automáticas repartidas por toda la ciudad. Es fácil, rápido y económico.
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Descarga la app "Tembici" (disponible en Android y iOS).
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Regístrate con tu tarjeta internacional y selecciona el plan.
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El plan diario cuesta alrededor de R$30 BRL (unos $6 USD), y puedes usar la bici varias veces durante el día.
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Tienen bicis normales y eléctricas (¡perfectas para las subidas cariocas!).
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¡Y listo! Solo desbloqueas la bici desde la app y a rodar.
☀️ Ruta imperdible: ¿Qué ver en bici en Río de Janeiro?
Aquí te dejo los puntos más icónicos que recorrí en bicicleta, todos con ese espíritu vibrante que solo Río tiene:
🏖️ 1. Copacabana y su calzada ondulada
El paseo marítimo de Copacabana es EL lugar para comenzar. Rodar por la ciclovía frente al mar, entre palmeras, heladerías y puestos de agua de coco, es simplemente mágico.
Tip: haz una pausa para desayunar pão de queijo con café frente a la playa.
🌊 2. Ipanema y el Posto 9
Sigue pedaleando hacia Ipanema, uno de los barrios más encantadores. Aquí la gente baila, corre, juega fútbol, surfea… todo al mismo tiempo.
El Posto 9 es un punto de encuentro de juventud, arte y alegría.
🏔️ 3. Arpoador
Entre Copacabana e Ipanema, esta pequeña península es el mejor lugar para ver el atardecer sobre el mar. Puedes dejar tu bici en la estación y subir a pie para una vista inolvidable.
🌴 4. Lagoa Rodrigo de Freitas
Un oasis urbano. Esta laguna está rodeada por una ciclovía de 7.5 km entre árboles, patos, arte callejero y vistas al Cristo Redentor.
Ideal para una rodada tranquila y fotogénica.
🗽 5. Aterro do Flamengo
Es uno de los parques urbanos más grandes de América Latina, con ciclovías amplias, jardines y vistas al Pan de Azúcar.
Domingos y feriados, muchas avenidas cierran para que los ciclistas disfruten con total libertad.
🎭 6. Lapa y sus arcos
Desde el centro, puedes llegar en bici a Lapa, barrio de bares, música en vivo y los famosos Arcos de Lapa, un acueducto colonial convertido en postal de fiesta y cultura.
¡Y no te pierdas las escaleras de Selarón!
🕊️ 7. Santa Teresa
Aunque subir en bici puede ser todo un reto, llegar a este barrio bohemio vale la pena. También puedes subir en tranvía y bajar en bici 😉. Callejones empedrados, arte, cafés y miradores.
📚 8. Gabinete Real de Lectura
Si te gustan los lugares de cuento, este es un verdadero tesoro escondido. A solo unos minutos del centro histórico, este edificio alberga una de las bibliotecas más hermosas del mundo.
Puedes dejar tu bici fuera y entrar a admirar sus estanterías de madera y vitrales. Magia pura.
🍰 9. Confeitaria Colombo
Un clásico del centro de Río desde 1894. Este café histórico es perfecto para hacer una pausa con elegancia. El edificio es una joya del Art Nouveau, y su vitral en el techo te hará mirar hacia arriba con la misma admiración que una iglesia.
Recomendación: prueba la tarta de frutas o un pastel de nata con café.
🧪 10. Museu do Amanhã
Ubicado en la zona portuaria, este museo futurista explora el futuro del planeta con instalaciones interactivas.
El edificio en sí parece una nave espacial flotando sobre el agua. Llegar en bici es súper fácil y hay estaciones Bike Itaú justo enfrente.
🧉 ¿Y la comida?
En cada parada, te recomiendo probar alguna delicia local:
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Açaí na tigela: el mejor snack post-rodada.
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Coxinhas y empadas en las panaderías de barrio.
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Agua de coco helada en cualquier quiosco frente al mar.
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Feijoada si decides hacer una pausa larga al mediodía.
📚 Un poco de historia sobre dos ruedas
Río fue la capital del Imperio Portugués en América, y su mezcla de historia, naturaleza y cultura es lo que la hace única. Pedaleando por sus calles, uno se topa con iglesias barrocas, edificios coloniales y arte moderno, todo en una misma ruta.
Y lo mejor es que la bicicleta te permite vivir esa historia desde adentro, sin prisas, con todos los sentidos despiertos.
🌈 Conclusión: Río se vive en bici
No hay nada como sentir el viento del Atlántico en la cara mientras pedaleas por Ipanema, o cruzar la ciudad con el ritmo de una samba sonando de fondo. Río de Janeiro es muchas cosas, pero sobre todo, es una ciudad que te invita a moverte, a sonreír, a vivirla con todo.
Y si alguna vez soñaste con recorrerla como un local… hazlo en bici.
📣 ¿Ya conoces Río?
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